jueves, 15 de octubre de 2020

¿Cómo no voy a fumar ...?

 En el camino a recorrer para conseguir una vida sin tabaco, podemos encontrarnos con situaciones cargadas de antiguos recuerdos y condicionantes que pueden tentarnos a tener un "desliz". Lo que técnicamente se llama "situaciones de alto riesgo" o SAR. Lo llames como lo llames, realmente se puede vivir como una "barrera" para con seguir lo que quieres, quizás haciéndote tomar un camino que realmente no deseas. Aquí voy a enumerar algunas de las situaciones, costumbres y sensaciones más cotidianas y repetidas, para mostrar que son comunes a muchas personas que deciden, como tu, emprender este camino al cambio. Puede que ocurran, pero ¿qué vas a hacer al respecto cuando te encuentres en una de ellas?, ¿vas a hacer lo que ya conoces, o vas a darte la oportunidad de hacer algo diferente?. Aunque voy a ofrecerte algunas opciones, te invito a ser creativx para encontrar la forma de allanar el camino. 

Puede haber diferentes momentos, como en las pausas del trabajo o la primera hora de la mañana, en los que la tentación puede ser mas fuerte. En estos casos, te invito a diseñar algunas alternativas que puedan ayudarte a ponerte las "trampas positivas" de las que siempre hablo (por ejemplo, alejarse de las personas que fuman), o simplemente hacer algo diferente (dar un paseo, hacer estiramientos,...) o que sea incompatible (comer o masticar alguna otra cosa, darte una ducha si estás en casa...). En caso de que estés acostumbrado a fumar mientras hablas por teléfono puedes usar un manos libres para tener las manos entretenidas con algo. 

De forma similar, podemos estar tentados con el cigarrito de "después de": comer, después de un día de trabajo (como homenaje), etc. En esta ocasión, hay que estar preparadxs para un posible cambio de orden en los hábitos, o para la incorporación de nuevas secuencias para el "después" como puede ser realizar algunas actividades (de higiene, recoger la casa o hacer cosas pendientes...). Mención aparte merece el alcohol, dado que al consumir alcohol la tentación es más fuerte porque ignoramos nuestro lado mas "racional" o de "control". Por lo tanto, yo te invito a reducir o dejar el alcohol en las primeras semanas que decidas dejar de fumar. 




Otras circunstancias que pueden relacionarse, son las que tienen que ver con las sensaciones, normalmente para quitarse sensaciones que se consideran desagradables. Algunas de ellas pueden ser el aburrimiento, el estrés, el enfado o la ansiedad. De la misma forma que los ejemplos anteriores, hay tantas opciones como puedan ser de utilidad. Contra el aburrimiento o la desgana, actividades. lugares y personas que te distraigan y te energicen. Contra la ansiedad, alguna actividad o ejercicio de relajación o meditación (de hecho, mucho de lo "relajante" del tabaco va en tomar simplemente aire profundamente). En cualquiera de los casos, se trata de encontrar un enfoque que de perspectiva de estas sensaciones, aunque éstas sigan ahí. Es importante reseñar, que se tiende a pensar que se fuma para "relajarse", pero en realidad mucha de esa "tensión" es provocada fisiológicamente por la propia dependencia a la nicotina, por lo que fumando lo que ocurre es que el cuerpo "recibe" lo que está pidiendo, lo cual a nivel psicológico puede ser vivido como estimulante y reforzante como "alivio", incluso como "concentración" (ya que no se tiene esa sensación de inquietud mencionada). 


Pero además de los momentos y las sensaciones, puede haber otra circunstancia como son los lugares u objetos. Pueden haber lugares, ya sea dentro de casa o fuera de ella en la que estamos acostumbradxs a fumar, como puede ser el coche, una habitación... Como ya hemos estado viendo, se trata de evitar las tentaciones y cosas que recuerden al hábito de fumar (ceniceros, olores, etc) y si es posible probar algunas cosas nuevas, como poner música diferente en el coche u otras emisoras. Haz que tu entorno te recuerde, que has decicido tomar un rumbo nuevo en tu vida. 

Muy relacionado con lo anterior, puede que ciertas personas puedan desencadenarte las ganas de fumar, incluso tentarte directamente. La situación de cada persona es particular, y los estímulos también pueden ser diferentes. Quizás no haga falta tomar medidas radicales, como cambiar de amistades, pero si te invito a reflexionar sobre la mejor forma de allanarte el camino. ¿Qué ocurre cuando te ofrecen tabaco?, ¿que tal pregonar tu decisión a los cuatro vientos?, ¿y tener las manos ocupadas con alguna otra cosa?.

En fin, aquí te he dejado algunas pinceladas que pueden serte de utilidad, pero te invito como siempre a descubrir cuales son las herramientas que ya tienes y las que puedes crear en base a lo que te funciona a la luz de tu experiencia. Enhorabuena por haber llegado hasta aquí. 






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