miércoles, 2 de enero de 2019

Como (no) empezar una dieta

(AVISO: Éste post puede contener sarcasmo)

Las "dietas" están en boca de todos, pero no suele hablarse de los "buenos hábitos alimenticios". Cuando se habla de dieta, generalmente entendemos "una dieta hecha con un objetivo y tiempo determinados". A eso es a lo que yo llamo "malas dietas". Pero como ya hemos hablado de ello anteriormente, en ésta ocasión voy a ofreceros algunos "tips" para conseguir boicotear definitivamente los hábitos alimenticios sanos. Esos hábitos que tanto cuestan y tanto sacrificio suponen:


  • Pensar que la dieta es algo temporal, que se debe realizar en estaciones concretas para lucir "tipito", o hacer dietas "express" (breves en el tiempo). Las dietas estacionales son la forma más sencilla de tener resultados en un breve espacio de tiempo. Eso si, los resultados son también breves (al menos los buenos, la frustración puede perdurar). 

  • Basar la alimentación en informaciones sin fundamento científico, con "tufo" a dieta milagro, y/o presentadas por algún personaje famoso o charlatán. Es muy sencillo ceñirse a dietas que recomiendan ciertos personajes, aunque no sepamos si éstos realmente siguieron dichas dietas. 

  • Basarse en términos como "fuerza de voluntad". De esa forma se queda "a merced" de ese "ente" misterioso que viene y va y nadie sabe en qué consiste, pero que justifica de maravilla y sirve como excusa. La voluntad se hace, se construye. 

  • Reducir la ingesta al mínimo y pasar hambre. Puede merecer la pena, si eliges el camino del sufrimiento a la hora de alimentarte. Un camino innecesario.  

  • Cocinar de manera aburrida y monótona, pensando que lo sano debe ser aburrido, o directamente no comer cierto tipo de alimento. Y es que las verduras, las legumbres, y los cientos de tipos de alimentos y miles de formas de prepararlo siempre se quedan cortos para quien no tiene tiempo de aprender.
  • Pensar que hay que seguir unas normas rígidas y perfectas. Y mantener siempre una alta expectativa de resultado. El orgullo que produce el desear unos resultados excelentes es tan intenso como la frustración de no conseguirlos. No obstante, la mejor forma de liberarse de la tentación es caer en ella (aunque sea de vez en cuando). 










  • Saltarse comidas, y luego comer compulsivamente. Es lo más normal del mundo, cuando hay cosas mas importantes que alimentarse: trabajar, mirar las redes sociales, conseguir tener éxito...

  • Hacer una dieta especialmente restrictiva cuando eso supone un desequilibrio nutricional o energético (no es necesario perder peso o hay una necesidad mayor de alimento por una alta actividad). Puede que no sea necesario, pero algunas personas encuentran en ello su área de "control", dominancia y seguridad.     ¿Que hay de malo en estar mal nutrido a cambio de       sentirse mejor psicológicamente?.

 Espero que esta recopilación de "trucos" para boicotear los buenos hábitos no haya causado demasiado daño al sentido común, que por otro lado es el menos común de los sentidos. Muchas gracias por leerme. 

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