lunes, 17 de marzo de 2014

Retrato de los celos

¿Son perjudiciales los celos? Los celos son una emoción más, y por tanto puede ser más o menos intensa, y más o menos perjudicial.  El diccionario de la RAE dice que “celo” significa “cuidado, diligencia, esmero que alguien pone al hacer algo” pero también “sospecha y recelo de que la persona amada haya mudado su cariño”. De ésta forma, queda en nosotros la decisión de dar significado a lo que nos ocurre a diario para inclinarnos por uno u otro significado. Ésta emoción puede ser positiva si la mantenemos en un rango de intensidad positivo. ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo saber si alguien es celoso o celosa en exceso? Antes vamos a hacer un retrato de los celos para poder identificarlos.






Los celos se producen, de forma resumida, por la percepción de “muda del cariño” hacia otra persona. O lo que es lo mismo, pensar que tu pareja se puede ir con otra persona. Pero esto sería mucho simplificar. Hay tantos tipos de celos como personas y en muchas ocasiones los celos parten de una idea errónea sobre el amor o de mitos románticos como el mito de la exclusividad (solo puede sentirse algo por una sola persona), del libre albedrío (nosotros tenemos poder absoluto sobre nuestros sentimientos), el mito de los celos (son un requisito para el amor) o el mito de la media naranja (nuestra pareja es la mejor posible, y dependemos de ella para estar completos y felices, perdonando todo en nombre del amor, como en los cuentos de Disney). Uno de los principales errores es identificar celos y control como parte del amor. Los celos patológicos se caracterizan por “ahogar” al otro miembro de la pareja, controlando todo lo que hace, creyendo que de alguna forma “alguien pertenece a alguien” o que debe adaptarse a sus necesidades (nadie pertenece a nadie por mucho que haya habido o hay actualmente en común). Lejos de ser amor, los celos excesivos pueden conducir incluso al maltrato. Es por ello que es tan importante saber identificar las señales que diferencian los celos normales de los excesivos  (es importante recalcar que las personas celosas casi nunca dicen que son celosos, por lo que hay que tener especial sensibilidad en éste aspecto).

Algunas de las causas (reales) de los celos:

  • Pueden ser personas dependientes, cuya pareja se convierte en alguien que le evita sufrimiento o esfuerzo (sexo “asegurado”, relaciones sociales, no aislamiento…), funcionando de forma similar a una adicción.

  • Da mucha importancia de área de pareja (pidiendo normalmente a la pareja lo mismo).

  • Miedo al abandono: Han tenido malas experiencias, o no se han sentido queridos anteriormente (por parejas o progenitores).


  • Desequilibrios en la relación / personas inseguras: Creen que la pareja vale más que ellos (no creen estar a la altura, y piensan que otro lo estará) o justo lo contrario: creen que valen más (viven como una humillación si se van con otro, buscan parejas supuestamente inferiores para que les idolatren y no les abandonen). Este último caso suelen ser personas que dan mucho y esperan que la otra parte les compense, pero si no lo hace, lejos de dejar de dar, sigue dando más, lo cual les introduce en un círculo vicioso en el que esperan una respuesta por la otra parte que puede que no llegue (en muchas ocasiones no se perdonan haberse arrastrado, rogado o hacer dado tanto). Pueden creerse en una posición superior, aunque en realidad, es más bien al contrario.

  • Han aprendido a ser celosos de alguien, o han visto que la pérdida de la pareja puede traerles consecuencias negativas.


Pero ¿por qué se mantiene el comportamiento celoso? Se mantienen los celos porque los celosos en muchas ocasiones caen en la trampa en comprobar que sus pensamientos o sospechas son ciertas (el Whats app y las redes sociales han facilitado mucho éste tipo de comportamientos), lo que les reduce el malestar (por ejemplo, preguntar mucho, recoger mucha información, etc.). Aunque les cause malestar ver que tienen “supuestas pruebas” para sus celos (pruebas de infidelidad), les gusta comprobar que “tenían razón”. Sea como sea, el comprobar si tenían razón les compensa porque o ven que tienen razón (y les gusta comprobarlo), o les alivia ver que no la tienen. Por otro lado, pueden evitar las situaciones que les dan celos (por ejemplo, evitan a los ex de la pareja), lo cual también hace que sientan alivio (y siga siendo celoso dado que se alimentan sus “miedos”).

En muchas ocasiones, el celoso es el que más se esfuerza en la relación, y esto hace que la pareja pueda perder interés, lo cual hace que se esfuerce aún más. Con el tiempo se invierten los papeles: el que cree que vale más, finalmente está en una posición de desventaja, y cuanto más intentan, menos consiguen. A mí me gusta comparar las relaciones con dos vías del tren, que van paralelas, pero que en ocasiones se cruzan.

No camines delante de mí porque no podría seguirte….Ni camines detrás de mí, porque podría perderte…..No camines debajo de mí, porque podría pisarte….Ni camines encima de mí, porque podrá sentir que me pesas….Camina a mi lado, porque somos iguales. (Bucay)




Los celosos (como la mayoría de las personas) son esclavos de sus pensamientos, los cuales median entre lo que ha ocurrido realmente y el comportamiento que tienen (o lo que es lo mismo, los pensamientos celosos son los que le hacen comportarse de forma celosa).  Para identificar y poder cambiar el pensamiento celoso vamos a analizar uno un poco artificial (que realmente casi nunca sale así a la luz, sino que se camufla entre escusas y argumentos varios) que incorpore los errores más comunes:

“Si se pone escote, es porque ya no me quiere y nunca me querrá. Además me fastidia, porque siento mucho por ella, y eso me hace pensar que merece la pena. Seguro que ya está harta de mi, y por eso cuando me acerco a ellos cambian de tema. De fijo que en el trabajo tiene a alguien y bueno, cuando se va a tomar café también tiene oportunidad”.

Como se puede apreciar, se ha hecho una inferencia sin tener ninguna evidencia (se pone escote porque no me quiere) y lo ha magnificado (nunca me querrá). Ha hecho un razonamiento a través de su emoción (si siento mucho es porque vale mucho) que no tiene por qué ser cierto, ha interpretado el pensamiento (seguro que está harta de mi), y ha enfocado en si mismo lo que ocurre alrededor (cuando me acerco cambian de tema), sesgando además la realidad hacia su pensamiento (en el trabajo, en el café…).

Las situaciones que desencadenan los celos pueden ser variadas (mirar a personas de otro sexo, etc.), pero lo que suele ser común en las personas celosas  es el miedo al abandono y al aislamiento.


¿Realmente merece la pena? Las personas celosas suelen sufrir considerablemente, dado que buscan algo de una forma normalmente no adecuada, haciendo cosas que son fruto de un pensamiento distorsionado (del cual no son conscientes) y que puede llevar a situaciones muy dramáticas, que normalmente llevan a conseguir precisamente lo que no quieren (que la pareja se aleje). En algunos casos, los celos pueden tener consecuencias más leves, en otros casos pueden ir desde perder a la pareja, hasta la violencia física. No hay que olvidarse que las personas que son celosas, quieren “retener” a la pareja y para ello pueden valerse de armas como la manipulación (sutil en muchos casos) o la violencia.


¿Das suficiente libertad a la otra persona para que tenga la libertad de  escogerte y no lo haga por pura dependencia o por miedo? ¿Te das a ti mismo o a ti misma la libertad de vivir la vida amándote para poder amar a otra persona? ¿Eres libre para elegir lo que quieres? ¿Estás preparado o preparada para amar realmente a una persona dándole alas para volar en vez de cortárselas?. En ese caso, estás en el camino adecuado para manejar tus celos.





  

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