sábado, 11 de abril de 2015

Aceptar para crecer

¿Crees que sabes perdonar?, ¿eres capaz de aceptar las frustraciones y las pérdidas?. A todos nos ha ocurrido en mayor o menor grado que nos agarramos a algo porque no lo hemos aceptado. Al resignarnos, nos atamos a algo que nos bloquea y no nos deja continuar. Pero ¿que es eso de resignarse y como evitarlo?. 


El mundo es como es, las personas son como son, y las circunstancias que nos rodean se escapan en gran parte a nuestro control. Por lo tanto es iluso (si, iluso) pensar que las cosas pueden cambiar a nuestro antojo. Hablo de parejas intransigentes, de adolescentes irascibles, de personas con mentalidad rígida, de rupturas sentimentales, de duelos no resueltos, etc. De hecho, en el caso de una pérdida (de alguien querido, una pareja, etc.), la resignación o negación del hecho puede ser un paso natural, pero que si se mantiene en el tiempo puede hacerse insostenible. Aceptar es simplemente saber que ha ocurrido, y no buscar compensación o sustitución, sino simplemente (aunque no sea de un día para otro) aceptarlo para vivir libre el presente. Así es, un clavo no saca otro clavo, sino que al buscar un sustituto, incorporas otro clavo más. En esos casos, es mejor dejar un tiempo (unos meses tranquilamente) en los que estar contigo mismo. Cuidado con la tentación de buscar algo similar a lo ya perdido, o la "comodidad" de tener algo a lo que agarrarse en el proceso de pérdida (dificultando tremendamente el cierre de esa etapa). 

Cuando ocurren cosas que no podemos controlar o no son como son, aparece la frustración, pero, la frustración no es ni buena ni mala (aunque muchas personas se llevan bastante mal con ésta sensación de "impotencia"). En cualquier caso, la frustración ayuda a crecer, a aprender. Intentar vivir sin frustración es vivir en una utopía dado que cada día, a cada momento tenemos que tomar decisiones que pueden verse truncadas, deseos o expectativas que pueden verse incumplidas, o objetivos que pueden no llegar nunca. Cuando tienes un deseo y éste es frustrado, la energía se queda estancada (en forma de nostalgia). En ese momento te estás resignando. 


"Si tiene solución ¿para qué te quejas? y si no la tiene ¿para qué te quejas?"

Ante la frustración solo hay un camino para no salir escaldado, y es la aceptación. Hay muchas formas de no aceptar (aunque quieras pensar que ya lo haces). Si aún sientes resquemor por una persona, si tienes celos, si te entra ira, si quieres venganza, si evitas ciertos lugares o personas, si finges indiferencia, si "das la razón como a los tontos", etc. desde luego hay algo que indica hay algo no resuelto. 


La aceptación de otra persona va de mano del perdón y el respeto. Algunos dirán "¿y cómo voy a aceptar yo ésto? ¡ésto es inaceptable!, ¡con lo que me ha hecho!, ¡es que es insoportable!". Bueno, como ya dije hay dos caminos: o aceptarlo (y buscar las mejores soluciones, haciendo las paces con lo ocurrido para seguir adelante) o resignarse (y tener rencor y malestar). 


Cuando aceptas la realidad, se abre ante ti un proceso de curación, de duelo, que te permite resolver la situación de una forma sana. Cuando reconoces la realidad sin máscaras y la afrontas tal cual, dejas vía libre al crecimiento, aunque éste en 
ocasiones sea duro. Ésto me recuerda a una famosa escena de Matrix. 

Y bien, ¿quieres saber la verdad?, ¿aceptar la realidad tal cual es para poder seguir adelante?, ¿o prefieres vivir en un mundo creado para alimentar una fantasía que solo tiene sentido en tu imaginación?.

Mención aparte merecen nuestros deseos. ¿Cuantos deseos tienes?, ¿cuantos de esos se han cumplido o pueden cumplirse?, ¿dentro de eso incluye el cambio de alguna persona?, ¿algo realmente grandioso?, ¿y qué ocurre cuando no se consiguen?. Todos podemos ponernos en el camino de nuestros deseos y nuestros objetivos, y conseguirlos ¡por supuesto!, pero siempre sabiendo nuestras posibilidades. Ésta simpática "regla" de Bucay resume bastante bien la idea. 


Tal vez no sea tan fácil  “decidir” que puedo Olvidar. “SI” puedo “decidir” no quedarme pegado a lo que creo que es imposible. Y éso es lo neurótico, lo ridículo, lo “idiota”.


¿Y qué pasa con la necesidad imperiosa de que todo sea como esperamos? ¿de que el mundo se transforme para ir acorde a nuestros esquemas y deseos?. Ésta es una de las mayores fuentes de frustración, dado que la frustración es la diferencia entre la expectativa y la realidad. ¿Entonces es mejor ser un negativo compulsivo?. Para nada, el truco está en simplemente ajustar las lentes que nos ponemos para observar la realidad, de tal forma que solo vean eso, la realidad. O lo que es lo mismo, vivir cada momento como si fuera lo que nos toca en ese instante, como parte de nuestro camino hacia nuestros objetivos y nuestro crecimiento, sin juzgarnos a nosotros o a los demás por lo que hacen. Aceptar la vida tal cual nos viene. ¿Entonces hay que ser pasivo? Se preguntarán algunxs de lxs lectorxs. ¡Pues todo lo contrario!. En la búsqueda de nuestros objetivos, se nos cruzarán miles de obstáculos, pero como en una carrera de 100 metros vallas, se trata de saltar algunas de ellas, y si se cae alguna ¡mala suerte!. Simplemente aceptar, ya sea porque ya ha ocurrido, o porque se escapa a nuestro control, con el objetivo de no vincularnos a algo sin sentido. En el momento en el que comprendas que algo ha ocurrido porque tenía que ocurrir, y que es lo único que podía suceder según las circunstancias en las que ocurrió, encontrarás la liberación que produce la aceptación. Solo en ese momento se abre una vía para la resolución de los posibles conflictos, el aprendizaje y el crecimiento. 

Si acepto algo que no he comprendido, no lo he aceptado: me he resignado.

En ocasiones, podemos pensar que hemos aceptado una situación porque ha ocurrió y está un poco olvidada, pero no es así cuando aún nos afecta, cuando no nos movemos en la dirección que deseamos, sino que nos movemos según la dirección que nos marcan nuestras frustraciones no resueltas. ¿Tienes aún una espinita clavada?, ¿estás resignadx a una realidad que has creado en tu mente?, ¿realmente es todo como tu crees, o solamente estás "resignado" por algo y eso hace que el mundo parezca un lugar más complicado y amenazante de lo que es?. La aceptación se traduce en perdón, en respeto por ti mismx y por el resto de personas, pero sobre todo en felicidad, libertad, vida. 







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